Hace unos días estaba en la cola del supermercado y me topé con una dura situación. No he podido dejar de darle vueltas y he decidido escribir sobre ello, para compartir mi reflexión con todas aquellas personas que al igual que yo sienten que el amor y la humillación no deberían ir de la mano, nunca.
De repente escuché la siguiente conversación detrás de mí:
– Que no te quites la mochila.
Ya me tienes harta.
Como te la quites ya verás.
– Vale ama, no lo voy a volver a hacer.
Lo siento.
¿Me perdonas?
En ese momento no pude contener la tentación de darme la vuelta y poner cara a esta madre y a su hija. La escena y el siguiente diálogo me revolvieron el estómago.
La adulta con gesto de enfadado miraba con la cabeza alta de frente, la niña, de unos 3 o 4 años, le llegaba prácticamente por los muslos y alzaba la cabeza buscando la mirada inalcanzable de su madre. Su semblante solo irradiaba culpa y tristeza. Unos segundos más tarde, ante el silencio de la mayor, la pequeña se acercó a sus piernas y tratando de abrazarlas le dijo: “Amatxu, ¿me das un beso?”, a lo que la madre retirando sus piernas y con la cabeza aún en alto le respondió “no, cuando te portes bien y te lo ganes”.
Quise llorar, quise agacharme junto a la pequeña y decirle que su madre sí le quería, que la maternidad es muy dura y que posiblemente habría tenido un día agotador, quise preguntarle a la madre si era consciente del mensaje que estaba emitiendo a su hija y la repercusión que esto podría tener en su futuro, pero no pude. Se me estremeció el corazón y se me puso un nudo en la garganta. No tuve valor.
Tras el shock no he dejado de reflexionar acerca de este acontecimiento y me he dado cuenta de que si ésto hubiera ocurrido entre dos personas adultas toda la gente del supermercado se habría sorprendido y escandalizado, pero no fue el caso, debido a que tenemos muy normalizadas ciertas conductas hacia la infancia.
Conductas normalizadas hacia la infancia
- Abuso de poder: la niña no pudo quitarse la mochila porque a su madre eso le molestaba. ¿Cuál era la necesidad de la niña en ese momento? ¿Por qué molestaba tanto a la madre que la niña no tuviera la mochila puesta? Lo que yo percibí definitivamente fue un intento de sumisión para satisfacer el ego de la adulta. La mayoría de las familias y profesionales de la educación queremos que nuestros hijos, hijas o estudiantes dentro de veinte años sean personas seguras, autónomas y con capacidad de decisión, pero cuando son niños y niñas les educamos en la obediencia ciega y en la sumisión.
- Chantaje: hoy en día, gracias a la toma de conciencia y a la revolución educativa que estamos viviendo, he observado que las familias y escuelas castigan menos, pero en cambio, se usa el chantaje como si fuera lo más normal del mundo. Esta amatxu no tuvo herramientas para pedir a su hija que se dejara la mochila puesta, y como por inercia utilizó el chantaje (voz fuerte, expresión de enfado y las palabras “como no lo hagas ya verás”) para lograrlo. La respuesta fue inmediata, la pequeña sabía que de no cumplirlo tendría graves consecuencias, las cuales obviamente no podía comprender por su desarrollo cerebral, pero le hicieron sentir el miedo suficiente para cesar su acción. Y aquí, volvemos a la sumisión, la pequeña lo único que aprendió fue a cumplir los deseos de su madre por miedo.
- Humillación: por si no fuera poco con el abuso y el chantaje, la niña sintió tal vergüenza y culpabilidad que en lugar de revelarse ante la injusticia se limitó a pedir perdón y mendigar un beso con tal de agradar a su progenitora, sentir pertenencia y recibir su amor. Ese parecía el momento perfecto para que la mayor se retractara y le dijera algo como “no pasa nada cariño, lo siento yo, estoy un poco nerviosa”, pero esto no sucedió y en su lugar se escuchó un endurecido “cuando te portes bien y te lo ganes”. Mi pregunta es: ¿Qué es portarse bien? ¿Acaso es no moverse y actuar como si fuera una estatua en lugar de una niña con necesidad natural de movimiento y exploración? ¿Acaso es satisfacer los deseos de otra persona anulando la propia personalidad? Pues no, las personas no nos portamos ni bien ni mal, simplemente actuamos en función de nuestras necesidades, sentimientos y emociones. También me cuestiono: ¿Debemos mendigar un beso? ¿Tenemos que humillarnos y doblegarnos para ganarnos el amor ajeno? ¿Lo normal no sería entender el amor como algo espontáneo y natural? Recordemos que la supervivencia de un infante depende del amor incondicional de su figura de apego, y esta pequeña parecía estar dispuesta a todo para conseguirlo.
Conciencia y mensajes subliminares
Estoy segura de que esta madre adora a su hija y desea que sea una persona feliz, pero ni por asomo era consciente de la cantidad de mensajes subliminares que estaba emitiendo en ese momento. No sabía que el mensaje que su hija recibía era el de “debes suprimirte para satisfacer a los demás, eres una niña mala y no te mereces cariño”. Lamentablemente, la incapacidad de revelación de la pequeña demostraba que ya tenía interiorizado el mensaje y que estaba predestinada a auto-culpabilizarse automáticamente, y sobre todo, a mendigar amor. También supongo que esta madre no sabía hacerlo de otra manera, porque al igual que la niña habría recibido una educación autoritaria e incuestionable.
Mi intención no es juzgar a esta amatxu, sino visibilizar algunas conductas irrespetuosas que como sociedad tenemos interiorizadas hasta el punto de no llamarnos la atención cuando se trata de la infancia.
La educación es una cadena que pasamos de generación en generación normalizando el trato abusivo con la infancia. Si tú estás leyendo esto aún estás a tiempo de romper tu cadena. Te doy la bienvenida.
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Por dar voz a la infancia. Por un mundo mejor ☮ ✌
Hola! Gracias por este artículo. Yo intento ser muy consciente de cómo contesto a mis hijas pero es cierto que a veces el cansancio te puede. Mi hija pequeña tiene casi 3 años y suele ponernos a prueba. A la hora de dormir sabe que tiene que lavarse los dientes y hacer un pipi antes de ponerse en la cama y escuchar el cuento. Le avisamos varias veces diciéndole que sino, no tendrá cuento. También le explicamos porque es importante hacer pipí antes de acostarse, y limpiar los dientes. ¿Es chantaje? ¿Cómo se podría hacer mejor? Gracias!
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Hola! La labor de mami debe ser muy agotadora y no hay que fustigarse si a veces se pierden los nervios. No te fustigues:-).
Los peques menores de 3 años no tienen la capacidad cerebral de ponernos a prueba como tal, con la intención de fastidiarnos, sí en cambio, de buscar los límites y asegurarse de que lo que dicen sus papis es verdad. Decirle que no tendrá cuento si no se lava los dientes y haces pipi puede ser chantaje si se dice así, pero decirle con amor que cuando haga pipi y se lave los dientes leeréis el cuento (supongo que sino se hace tarde y para vosotros es importante dormir pronto) no es chantaje, es poner un límite que para vosotros es importante.
De todas maneras, lo interesante sería averiguar porqué no quiere hacer pipi y lavarse los dientes, y preguntaros cosas como ¿Es imprescindible que se haga en ese momento o podría hacerse en otro? ¿Evita hacerlo porque no quiere cuento, porque no tiene sueño, porque no es su momento, porque está buscando un límite seguro, u otro motivo? Lo esencial sería averiguar el motivo. Un abrazo!
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Hola! Que interesante texto!
Hoy mira que nos pasó:
La abuela (84años de mi marido le dice a mi hijo de 4años: “me das un beso?”
No, dice el niño.
“Y un abrazo?”
No, dic el niño.
“Pues te lo doy yo” y lo Envuelve com sus brazos quedando el niño sin poder defenderse.
Yo he ido a sacarlo de allí, quita do los brazos de la mujer porque me ha parecido totalmente irrespetuoso lo q ha hecho.
Y mi suegro diciendo: deja, deja.
Estaba por decirle: a Ti te gusta q venga alguien que mide y pesa el triple q tu y te coja entre sus brazos si le dices q no?
No es no. Para todos
He hecho muy mal?
Gracias
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Que alegría que hayas actuado así!! A algunxs adultos, nos cuesta mostrar nuestra incomodidad con otros adultxs cuando tratan de manera irrespetuosa a la infancia…sigamos tu ejemplo!
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Sigue así kara..
Fomentando esta nueva educación que cambiará al 🌍.
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Es seguro que aportamos lo que hemos aprendido en la práctica sobre educar a nuestros hijos. Sin embargo es algo que no es materia de enseñanza para aprender a hacerlo. Solamente la voluntad de cada uno en querer hacer lo mejor para nuestros hijos es lo que nos mueve a dar todo lo que hasta ese momento hemos aprendido. Siempre en la mejor escuela: La vida.
Muy interesante artículo para intentar modificar hábitos aprendidos a lo largo de nuestra vida. Siempre he pensado que para poder llegar a educar a un niño se hace necesario ser especialista del tema. Se impone una materia de esas características en la edad de estudiante para poder llegar a adultos con el mejor conocimiento educativo a la hora de tomar la decisión de tener hij@s.
Un abrazo.
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