La edad de los 2 años nos hace temblar a las personas adultas. Nuestrxs peques comienzan a tener ciertas conductas que a menudo nos generan desconcierto, miedo e irritación. Las “rabietas” y la continua negativa a nuestras sugerencias hace que esta edad sea coloquialmente llamada como “los terribles 2 años”. Pero hoy os traigo una buena noticia…esta fase que nos parece un tormento es en realidad un hito importante y valioso en el desarrollo infantil, y es científicamente conocida como la “etapa de Reafirmación”.
¿Qué es la etapa de Reafirmación?
El desarrollo de la personalidad y del YO se da durante los primeros 3 años de vida aproximadamente. Para un/a bebé recién nacidx su madre y él/ella son una sola persona y el cuerpo materno es una continuación del suyo. Durante los primeros años de vida, el/la bebé va progresivamente buscando y logrando una separación física y psíquica para construirse a sí mismx como un ser único con identidad propia. Alrededor de los 2 años, empieza poco a poco a tomar conciencia del YO y a reconocerse como persona. Por ello, tiene la necesidad de llevar a cabo conductas que contribuyan a diferenciar el YO de las demás personas, y reafirmar así su propia identidad, construyendo una personalidad sana y fuerte.
El significado del “no”
Esta etapa del desarrollo suele también coincidir con el desarrollo del habla, y una de las primeras palabras que escuchamos repetitivamente es “no”. ¿Pero qué quieren decir cuando la pronuncian con tanta contundencia?
- Por un lado, tal y como dice la palabra, nos quieren decir que NO. Que no quieren bañarse ahora, que no quieren estar quietos, que no quieren jugar con ese objeto, que no quieren entrar en ese lugar…
- Pero por otro lado, quieren decir YO. Y aquí radica el secreto…¿te has fijado que a veces le vas a dar de comer y te dice que no, pero acto seguido coge la comida y se la mete a la boca? ¿O que te dice que no quiere lavarse las manos, pero sube por sí mismx al lavabo y comienza a jabonárselas? ¿O que te dice que no quiere que le suenes los mocos pero luego cogen un pañuelo y lo hace? Pues si aún no te has percatado te invito a que pares un poco, observes a tu niñx y descifres su mensaje, porque la mayoría de las veces que dice NO, lo que en verdad te quiere decir es YO!!!
Inquietudes sobre esta etapa
Ahora que ya sabes que es natural y beneficioso para su desarrollo que se rebelen constantemente, seguramente se te esté pasando por la mente alguna de estas preguntas: ¿Y entonces le dejo hacer todo lo que quiera? ¿Y si le permito todo no se convertirá en un/a futurx rebelde? ¿Y si mi peque no se rebela mucho significa que le pasa algo extraño? Pues vayamos por partes…
- No se trata de dejarles hacer todo lo que quieran, sino de permitirles hacer todo lo que necesiten siempre que las condiciones lo permitan. El elegir, opinar, tomar decisiones y hacer las cosas por sí mismxs son necesidades innatas de esta fase, y podemos favorecerlas de las siguientes maneras: relajarnos y tomar 5 minutos más para que puedan vestirse, ponerse las zapatillas o ubicar las cosas sobre la tira del supermercado. También podemos ponerles en su armario 2 o 3 ropitas para que elijan con cual quieren vestirse, proponerles 2 lugares a donde ir a jugar, o permitirles elegir a qué persona adulta darle la mano en un semáforo… Darles tiempo y ofrecerles alternativas va a favorecer su capacidad de decisión y su autoestima, a la vez que nos ayuda a sus responsables a que esta etapa sea más llevadera.
- Si crees que aceptar sus constantes negativas convertirán a tu hijx en una futura persona irrespetuosa, destructiva y tirana, te diré que nada más lejos de la realidad. Un ser humano respetado en sus ritmos y necesidades vitales se convertirá en un ser humano respetuoso y empático, consigo mismo y con el resto de personas. En cambio, sí es posible que se convierta en una persona rebelde, entendida como una persona segura y conectada consigo misma, con capacidad de poner límites, sin necesidad de aprobación externa, que no obedece ni sigue ciegamente a las masas y que tiene criterio propio.
- Si tu peque raramente se rebela, podría ser por dos motivos. Por un lado, podría ocurrir que su crianza sea totalmente coherente con sus ritmos y que no tenga la necesidad de rebelarse porque tiene tiempo, espacio y aceptación plena para satisfacer sus necesidades y desarrollar un YO sólido (si es tu caso me encantaría que me contaras cómo lo has logrado viviendo en esta sociedad antinatural y adultocentrista jejeje). Y por otro lado, podría ocurrir una “indefensión aprendida”, es decir, que ya de bebé aprendió a no llorar o quejarse porque se dio cuenta de que sus reclamos resultaban en vano y sus necesidades no eran de ninguna manera cubiertas (siempre estamos a tiempo de tomar consciencia, compensar y revertir la situación).
En definitiva, si nos cambiamos de gafas y empezamos a mirar y comprender las “rabietas” y los “no ,no, no” como un momento esencial y maravilloso en el desarrollo de nuestrxs peques, podremos relajarnos y acompañar estos momentos con más alegría y esperanza. ¡Mucho ánimo!
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